La Historia se ha hecho fundamentalmente en los núcleos urbanos. Las ciudades tradicionalmente han sido más dinámicas que las sociedades rurales. Pero hay otra historia, historias con minúscula que rara vez trascienden los límites del territorio o el tiempo, la historia de pequeñas villas o comarcas. La historia de aldeas que fueron y ya no son, pueblos que han perdido la conexión, el puente con su pasado. Lugares que como Collado Mediano están siendo absorbidos, día a día, por la gran metrópoli que los transforma en apéndices propios, en urbanizaciones impersonales o "polígonos de ensanche" con la única referencia común del paisaje.
Este proceso, que en el último siglo, sin duda, ha mejorado notablemente la calidad de vida de los habitantes de Collado, que antes de la llegada de la luz eléctrica y el ferrocarril vivían en condiciones similares a como habían vivido cien, doscientos, trescientos o más años antes, no nos debería hacer olvidar que el cambio producido desde aquella economía rural y de trueque, que dotaba a los vecinos de una gran autonomía, pues cubrían la mayoría de sus necesidades, está planteando serios problemas y, por tanto, no deberíamos minusvalorar el pasado, frente a la dependencia extrema que genera el actual sistema de servicios de ocio y construcción inmobiliaria, para el que el único "interés económico" que poseen algunos "aborígenes" es la propiedad de la tierra; un bien finito y claramente sobreexplotado, que puede acabar situando la economía de la comarca en un callejón de difícil salida.
"Las costumbres y valores han pasado de estar basados en la tradición y el conocimiento de los mayores, a evolucionar de la misma forma que en la ciudad, siguiendo corrientes y modas que se difunden por los medios de comunicación: TV, radio, cine, prensa, etc. El cambio económico viene acompañado de un profundo cambio cultural que acentúa el conflicto entre generaciones. El abandono y el desprecio de la sabiduría de los mayores supone tirar por la borda el resultado de una experiencia de siglos." Algo que ocurre, y que una sociedad sensata no debería permitirse.
Collado Mediano, además de un pasado reciente, tiene una Historia. Una Historia que a pesar de que nunca ha sido valorada suficientemente, es una historia milenaria. Los recientes hallazgos de restos de un asentamiento humano, qué pudo estar fortificado, en la zona del Jaralón, datado según los especialistas en el Periodo Calcolítico o Edad del Cobre, es decir, contemporáneo del yacimiento que se descubrió en 1934, entre los términos de Alpedrete y Collado Villalba, donde aparecieron restos de vasos campaniformes y un enterramiento megalítico, indican que en Collado existía un núcleo de población muchos siglos antes de que el Imperio Romano se extendiera por la comarca.
Las señales de la romanización en Collado son patentes. El tramo de calzada romana existente en las dehesas, que lamentablemente en las últimas décadas, especialmente por el transitar de vehículos de motor, se ha deteriorado más que en los dos mil años anteriores y probablemente de forma irreversible, era prueba de ello. A estos vestigios se suma el hallazgo el pasado año 2004 de una villa romana dotada de termas, lo que significaría que se trata de una construcción importante, aún por evaluar en toda su dimensión. En todo caso, el yacimiento indica que la presencia del Imperio Romano en Collado Mediano no fue circunstancial y cabe deducir que, muy probablemente, fueron ellos quienes pusieron en explotación en la zona, las primeras canteras de piedra.
Podríamos destacar igualmente otros momentos relevantes de la historia local, pero no es ese el cometido de esta presentación, sino sólo animar a quienes pudieran estar interesados en conocer las raíces que se hunden en el tiempo y conforman buena parte de la personalidad de este lugar, a profundizar en ellas pensando que el conocimiento compartido puede ser un nexo importante para una comunidad como la nuestra, que en las últimas décadas se ha enriquecido con la llegada de migrantes desde los cuatro puntos cardinales: Madrid capital principalmente, pero también Andalucía, Galicia, Marruecos, Iberoamérica, o diferentes países del norte de Europa, formando entre todos un crisol de gentes que genera, si somos capaces de levantar los puentes necesarios entre las distintas comunidades, una de las situaciones más atractivas y que entraña en sí misma, un enorme potencial de futuro.
Para bucear en el pasado y obtener las claves que nos permitan entender mejor nuestro presente, contamos en Collado con distintas herramientas. Una de ellas sería, sin duda, el citado Yacimiento Romano de las dehesas, otra podría ser el Archivo Fuenterroca con información básicamente sobre el primer tercio del siglo pasado, pero especialmente aquí hay que recomendar una, asequible y amena: un libro. Un pequeño libro que por su concepción y sus contenidos va a ser, en este viaje, nuestro mejor y más valioso guía: Collado Mediano. Hombre y Naturaleza a través del tiempo. La información se ha resumido en cuatro capítulos que abarcan una docena de apartados.
