Collado es un pueblo tangente, situado entre dos pasos naturales por los que cruzar la Sierra del Guadarrama. Collado se queda ahí, en su posición privilegiada, casi rozándose. Vigilante fronterizo, dueño de la ladera que puede señalarse como principio del macizo montañoso, cabalgando la loma. Alargado, perseguidor afanoso de la línea del ferrocarril origen de su crecimiento.
Víctor Claudín, 2002
Ruta
El paseo de María Cristina, calle que sigue las vías del tren tras pasar la estación, será la lanzadera para iniciar la ruta tras este cerro. Un pequeño monte que toma el relevo a la sierra del Castillo para albergar en su ladera sur el pueblo de Collado Mediano. La calle del Túnel, perpendicular al paseo, nos indicará el lugar para cruzar las vías del tren. Tras ellas bajará una senda que rodea las últimas edificaciones del oeste de Collado hasta llegar al cruce de las carreteras de Guadarrama y Los Molinos.
Desde este cruce sale a la derecha un camino recto que transcurre entre dehesas cercadas y un monte totalmente poblado de chaparras. Al final de la recta el camino se bifurca en dos tramos, uno cruzará el arroyo de Pozas para bordear después su orilla derecha (dirección del cauce), mientras que el otro lo remonta cercano a la orilla izquierda. Seguiremos por este último penetrando en el chaparral y girando todavía en dirección al valle del arroyo de Pozas, conocido más arriba con el topónimo de la Dehesa del Valle.
Más adelante divisaremos el terraplén del ferrocarril, que parece tragarse el camino sin remedio, cortando el paso hacia la Dehesa del Valle. Ciertamente el camino antiguo se corta, pero es posible pasar al otro lado por un paso que, pegado al terraplén, da acceso a un túnel que comparte el mismo arroyo con un pavimento elevado de piedra. Pasado este túnel, al otro lado nos espera un bosque ripario de sauces, enmarañado entre formaciones arbustivas de gran altura (rosales, etc.), que poco a poco iremos superando siguiendo un camino que va tomando altura entre un monte de encinar bastante degradado, esto es, un monte donde la jara domina sobre la misma encina.
El camino no tiene pérdida, e irá remontándonos casi sin darnos cuenta hasta uno de los collados que modela la sierra de Jaralón. Durante el trayecto veremos como la jara estepa se va imponiendo a la pringosa, siempre con presencia de la encina y algún ejemplar aislado de pino y enebro. Una vez situados en el collado, puede visitarse la cima del cerro de Jaralón siguiendo durante tres minutos una senda que sale hacia la derecha. Llegaremos así a la cima del cerro, que consta de dos pequeños domos separados por un hueco que veremos decorado con unas piedras formando dos círculos concéntricos. Un detalle que no procede de ningún monumento megalítico, sino más bien de la obra de algún vecino que decidió decorar el lugar a su manera de forma anónima.
El camino sigue su curso, dejando atrás la panorámica de Siete Picos y Puerto de Navacerrada para ofrecer al otro lado una vista alta del pueblo de Collado y la rampa que sigue hacia Alpedrete y Galapagar. Veremos que este camino no lleva directamente al pueblo, sino que se dirige manteniendo la altitud hacia el collado de Roblelpoyo. Para bajar a Collado habrá que fijarse en un camino que desciende hacia la primera urbanización visible desde arriba, llamado Los Arroyuelos. Más abajo se llegará, siguiendo la calle Goya, a la altura del parque municipal.
Interpretación del Paisaje
El cerro del Jaralón es en realidad una estribación hacia el oeste de la Sierra del Castillo, aunque desde un punto de vista biogeográfico posee la particularidad de mantener el bosque autóctono de encina achaparrada muy densa en su vertiente sur, que conecta con los campos cercados de forma continua, tal y como se aprecia durante el primer trayecto del recorrido. Es interesante destacar en este primer trayecto, que sirve de límite preciso entre los dos ecosistemas, la diferencia entre la encina enclavada dentro de la cerca adehesada y la que crece libre en el monte, de porte menos vigoroso y achaparrado. Esto demuestra que la intervención del hombre en la Naturaleza no siempre es negativa.
En esta ruta se tendrá también la oportunidad de observar un bosque ripario serrano bien desarrollado, sin apenas intervención humana, tras atravesar el túnel bajo el terraplén. La sauceda es la formación típica que siempre forma la primera banda arbustiva con relación al curso del agua y que, en el caso de pequeños arroyos como este, conecta directamente con el bosque de ladera (encinar) sin que intermedien otras especies riparias como chopos, olmos o alisos.
La vertiente norte del cerro del Jaralón plantea algunas cuestiones, pues al tratarse de zona de umbría, ésta sería propicia para el desarrollo del melojar. Sin embargo, el nivel de degradación de esta vertiente impide su desarrollo, dejando como testigo la jara estepa. La degradación de este tipo de vertiente puede deberse a dos causas: incendios, o tala indiscriminada de árboles. Aunque también podría darse una combinación de ambas.
El caso es que toda esta zona norte del término de Collado Mediano, a pesar de quedar a trasmano del pueblo, presenta una alteración forestal evidente tanto en la Dehesa del Valle, reducida casi a una pradera, como en la sierra de Jarahonda, recorrida por terrazas que denotan una reforestación "al viejo estilo". A pesar de todo, el paisaje contiene elementos de interés: podrán observarse grandes encinas tras la valla de piedra que sigue al camino, una casa al fondo (Casa del Valle) bellamente emplazada y rodeada de árboles entre la pradera, y un fondo escénico de alta montaña dominado por las cumbres de Siete Picos, Guarramillas y Maliciosa.
Destacar, por último, como el pueblo de Collado Mediano aparece al final de este recorrido todavía mimetizado en su paisaje rural, a pesar de las trasformaciones que ha sufrido en las últimas décadas. Desde la ladera sur del Cerro del Jaralón se observa como la vegetación arbórea penetra por todo el ensanche, quedando a la izquierda el casco antiguo bien recogido en su propio ámbito. Sólo más a la izquierda, las urbanizaciones de Monte Collado y "El Señorío de la Sierra" introducen tramas geometrizantes, carentes de momento de pantallas vegetales, donde se desarrolla una arquitectura en ladrillo oscuro que rompe con el cromatismo propio de esta zona compuesto por verdes, grises y amarillos pálidos en tiempo de estío.
Álbum Fotográfico
Plano del recorrido
Glosario
Datos Útiles
Longitud: 3,5 km
Desnivel: 140 m
Bicicleta: Todoterreno
Tipo de ruta: Circular